Con la llegada de la primavera al Valle de Aconcagua, las temperaturas suben, los campos se llenan de vida y el polen se esparce por el aire, desencadenando alergias estacionales en gran parte de la población local. El aumento de la concentración de polen de árboles, flores y pastos en la región puede provocar una serie de síntomas molestos para quienes son sensibles a estas partículas, como congestión nasal, estornudos, picazón en los ojos y fatiga.

La denominada “fiebre del heno” o rinitis alérgica estacional es la principal forma de manifestación de estas alergias primaverales. Los síntomas pueden variar en intensidad según la persona, y algunos pueden verse más afectados debido a la presencia de alérgenos específicos de la zona, como el polen de árboles comunes en el Valle de Aconcagua, como el olivo, el plátano oriental y ciertos pastos característicos de la región.

Para quienes viven en esta área y sufren de alergias estacionales, existen algunas medidas preventivas clave que pueden ayudar a reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida durante la primavera.

Consejos para prevenir las alergias primaverales en el Valle de Aconcagua

1. Monitorea los niveles de polen: El viento puede esparcir grandes cantidades de polen, especialmente durante la primavera. Es recomendable estar al tanto de los niveles diarios de polen y evitar actividades al aire libre en los días en que los niveles sean altos, sobre todo en las primeras horas del día cuando la concentración suele ser mayor.
2. Mantén tu hogar libre de alérgenos: Durante la temporada de polen, es aconsejable mantener las ventanas cerradas, especialmente por la mañana y en días ventosos. Usar un purificador de aire en casa también puede ayudar a mantener el ambiente libre de partículas irritantes. Además, aspirar y limpiar frecuentemente reducirá la presencia de polen y polvo.
3. Ropa y cabello: El polen puede adherirse a la ropa y al cabello después de estar al aire libre. Al volver a casa, es recomendable cambiarse de ropa y ducharse para eliminar cualquier rastro de polen que pueda haber quedado en el cuerpo. También es aconsejable lavar las sábanas con regularidad para evitar que los alérgenos se acumulen en la cama.
4. Evita secar la ropa al aire libre: Aunque en primavera es tentador secar la ropa al sol, hacerlo al aire libre puede hacer que se impregne de polen. Opta por secar tu ropa en interiores para evitar exacerbar los síntomas.
5. Uso de gafas y mascarillas: En días con alta concentración de polen, usar gafas de sol puede ayudar a proteger los ojos de la irritación, y una mascarilla puede reducir la inhalación de polen, una medida especialmente útil si es necesario salir durante las horas de mayor polinización.
6. Control de mascotas: Si tienes mascotas que salen al exterior, es probable que lleven polen en su pelaje. Asegúrate de cepillarlas o limpiarlas antes de que entren a la casa para evitar que propaguen alérgenos.

Manejo de síntomas

Si a pesar de tomar estas precauciones los síntomas de las alergias persisten, es posible que necesites un enfoque más intensivo para manejarlos. Algunas personas encuentran alivio con el uso de antihistamínicos de venta libre o medicamentos nasales que ayudan a reducir la inflamación y la congestión. Para los casos más severos, es recomendable trabajar con un especialista en alergias que pueda guiarte en la creación de un plan personalizado para controlar los síntomas.

El Valle de Aconcagua, con su vibrante flora primaveral, ofrece paisajes impresionantes, pero también retos para aquellos que son propensos a las alergias estacionales. Siguiendo estos simples consejos y manteniendo un entorno limpio, es posible disfrutar de la belleza de la primavera sin sufrir las molestias de la rinitis alérgica.